Los métodos de liderazgo de Elon Musk han sido cuestionados durante un largo periodo, pues en varias oportunidades ha demostrado que no tiene paciencia con sus empleados y que es extremadamente exigente.
Si sus empleados no alcanzan los objetivos de compromiso que requieren sus proyectos, él se encarga personalmente de despedirlos y exponerlos frente al resto de sus compañeros. Y esto no solo lo ha hecho en Twitter, también en sus empresas SpaceX y Tesla.
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En junio, sus empleados de la empresa aeroespacial SpaceX, decidieron escribir una carta abierta en la que criticaban las formas de tratar a sus empleados y la forma en la que se manjean internamente temas como el acoso sexual.
Mientras sus empleados solicitaban más apoyo del magnate, este decidió sacarlos de la empresa y contratar a personal nuevo. Según New York Times, esta carta fue catalogada como un acto extremista en contra del CEO.
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En cuanto a Tesla, la compañía emblema de Musk, no se le permite a los trabajadores crear un sindicato. Cobijado por las leyes del trabajador estadounidense, el magnate aprovecha para reglamentar muy bien el manual de sus empresas.
Esta semana ha habido un nuevo imprevisto en Twitter, pues Musk envió un correo a los empleados que se quedaron en Twitter anunciando que si querían conservar sus puestos tenían que trabajar "muchas horas a alta intensidad" o retirarse.
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