Uno de los trastornos más comunes en salud mental es la ansiedad, que en muchos casos puede alterar nuestras actividades cotidianas y debe ser tratado a través de terapia psicológica, psiquiátrica, o inclusive puede llegar a requerir medicamento para su tratamiento.
Pero ¿cuáles son los síntomas de ansiedad? Entre los factores que pueden ser consecuencia de la ansiedad se incluye los dolores de cabeza y la tensión muscular, y sus síntomas a nivel emocional se describen como preocupación y aprensión, intranquilidad, problemas para dormir, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tristeza, sensación de presión y de estar apresurado.
Entre los síntomas físicos de la ansiedad se incluyen cambios en la frecuencia cardíaca, tensión en la cabeza o el cuello, dolor de cabeza, náuseas o diarrea, sudoración, boca seca, presión en la garganta y dificultad para respirar, estremecimiento o temblores, o sensación de desmayo.
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Es importante aclarar que no todos los casos de ansiedad tienen los mismos síntomas, además puede ser leve, moderada o severa, dependiendo del desencadenante y de la reacción de quien la padece.
Entre las causas de la ansiedad también se incluyen varios factores, sin embargo, casi siempre suele ser el resultado del estrés o de sentirse abrumado. Entre las causas comunes de la ansiedad se incluye presión por el trabajo, presión financiera, problemas familiares o sentimentales, divorcio, separación o duelo, preocupaciones sobre la paternidad o ser un cuidador, problemas para hacer frente a asuntos administrativos o tecnológicos, situaciones que cambian la vida, como mudarse de casa o cambiar de trabajo, menor movilidad o función física, pérdida de la función mental, por ejemplo, memoria a corto plazo, recibir un diagnóstico de una afección crónica de salud, como esclerosis múltiple (EM) o diabetes, entre otros.
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La ansiedad además se relaciona con otro tipo de comportamientos como fobia social o de otro tipo, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de estrés postraumático (TEPT), factores genéticos, estrés considerable o susceptibilidad al estrés, cambios en el cerebro, antecedentes de abuso de drogas o alcohol, consumo excesivo de cafeína, el uso de algunos medicamentos, o una experiencia traumática reciente o en el pasado
Hay otros factores que desencadenan la ansiedad como hablar en público, exposición a un desencadenante de fobia, miedo a sufrir un ataque de pánico, y en ocasiones, la ansiedad también puede provenir de un trastorno psicológico.
Para que puedas trabajar la ansiedad, es importante conocer los signos, los desencadenantes, mejorar el estilo de vida, hacer dieta y ejercicio regularmente, aprender algunas técnicas de relajación, emprender una nueva actividad, relacionarse más, plantear metas y cumplirlas, y sobretodo, buscar ayuda.
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