Mantener el bienestar de la salud mental en cualquier etapa de la vida es fundamental, ya que de este aspecto depende la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos las situaciones que se nos presentan cotidianamente.
Otro de los aspectos en los que juega un papel determinante la salud mental tiene mucha relación con el manejo del estrés y las situaciones bajo presión, además de ser crucial en la manera en que nos relacionamos con los demás.
Cuando tenemos una buena salud mental podemos además contribuir en forma significativa a la comunidad, trabajar productivamente y alcanzar un estado de plenitud en el que completo potencial.
Actualmente hay muchas formas en las que podemos mejorar la salud mental, sin embargo aquí te mencionamos solo algunas.
Inicialmente es fundamental tratar de tener una perspectiva positiva sobre las cosas, para ello se debe encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas, aclarando que mantenerse positivo no significa que nunca sientas emociones negativas como tristeza o enojo.
Necesitas sentir emociones negativas para poder pasar por situaciones difíciles. Pueden ayudarte a responder a un problema, pero no vas a querer que esas emociones te superen. Por ejemplo, no sirve seguir pensando en cosas malas que te sucedieron en el pasado o preocuparte demasiado por el futuro
Cuando tengas emociones positivas, trata de mantenerlas.
La información negativa afecta a nivel emocional, por eso siempre es bueno tomar un descanso de todo esto, sabiendo reconocer cuándo dejar de ver o leer noticias.
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Cuando te sientas mal, trata de buscar apoyo a través de redes sociales, esto te hará sentir conectado con los demás, pero hazlo con cuidado. No caigas en rumores ni discusiones. Tampoco compara negativamente tu vida con los demás
Practica la gratitud, esto significa estar agradecido por las cosas buenas de tu vida. Es útil recordarlo todos los días, ya sea pensando en lo que estás agradecido o escribiéndolo en un diario. Estas pueden ser grandes cosas, como el apoyo que tienes de tus seres queridos, o pequeñas cosas, como disfrutar de una buena comida.
Es importante darte un momento para darte cuenta de alguna experiencia positiva que hayas tenido. Practicar la gratitud puede ayudarte a ver tu vida de manera diferente. Por ejemplo, si estás estresado, es posible que no notes que también vives momentos en los que sientes emociones positivas. La gratitud puede ayudarte a reconocerlos
Tienes que tener presente además que tu salud física y mental están conectadas. Algunas formas de cuidar tu salud física empiezan por estar físicamente activo, ya que el ejercicio puede reducir la sensación de estrés y depresión, y mejorar tu estado de ánimo.
Otro de los aspectos en los que debes concentrarte para tener buena salud mental consiste en el sueño, ya que dormir mal también puede afectar el estado de ánimo. Si no duermes bien, puedes sentirte irritado y enojarte fácilmente.
A largo plazo, no dormir bien puede aumentar la probabilidad de tener depresión. Por ello, es importante asegurarte de tener un horario de sueño regular y dormir lo suficiente todas las noches
Una buena nutrición basada en alimentos saludables ayudará a que te sientas mejor físicamente y también puede mejorar tu estado de ánimo y disminuir la ansiedad y el estrés.
Además, no obtener una buena cantidad de ciertos nutrientes puede contribuir a algunas enfermedades mentales, un ejemplo de ello es que científicamente se ha comprobado la existencia de un vínculo entre niveles bajos de vitamina B12 y la depresión.
Tratar de conectarte con los demás es importante para la salud mental, por tanto es importante tener relaciones fuertes y saludables, tener un buen apoyo social puede ayudar a protegerte contra los daños del estrés. También es bueno tener diferentes tipos de conexiones. Además de relacionarte con familiares y amigos, puedes encontrar formas de involucrarse con tu comunidad o barrio. Por ejemplo, puedes ser voluntario para una organización local o unirte a un grupo que practique un pasatiempo que disfrutes.
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Otra de las formas de aportar a una buena salud mental tiene relación con el desarrollo de un significado y propósito en la vida: Puede ser a través del trabajo, un voluntariado, aprender nuevas habilidades o explorar tu espiritualidad.
Las habilidades de afrontamiento son muy importantes para la salud mental, y consisten en métodos que se utilizan para lidiar con situaciones estresantes. Estas pueden ayudar a enfrentar un problema, tomar medidas, ser flexible y no renunciar fácilmente a resolverlo.
Entre las prácticas que contribuyen al bienestar mental se incluye también la meditación, que es un ejercicio de mente y cuerpo que consiste en enfocar tu atención y conciencia. Cabe señalar que frente a esta hay varios tipos, como la meditación de atención plena y la meditación trascendental.
Para meditar usualmente se requiere un lugar tranquilo con la menor cantidad de distracciones posible, mantener una postura específica y cómoda. Puede ser sentado, acostado, caminando u otra posición.
Entre los requisitos para una buena meditación procura tener un foco de atención, como una palabra especialmente elegida, un conjunto de palabras, un objeto o tu respiración.
Para una buena meditación debes además tener una actitud abierta en la cual dejas que los pensamientos vayan y vengan naturalmente sin juzgarlos.
Otra de las terapias que contribuyen a la salud mental son las técnicas de relajación. Estas terapias buscan producir una respuesta de relajación natural del cuerpo, lo que hace más lenta tu respiración, disminuye tu presión arterial y reduce la tensión muscular y el estrés.
Los tipos de técnicas de relajación incluyen la relajación progresiva, que consiste en tensar y relajar diferentes grupos musculares mientras usa imágenes mentales o ejercicios de respiración.
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Están también las Imágenes guiadas, que se relacionan con enfocarse en imágenes positivas para ayudarle a sentirse más relajado y concentrado. Además la biorretroalimentación, que utiliza dispositivos electrónicos para aprender a controlar ciertas funciones del cuerpo, como la respiración, la frecuencia cardíaca y la tensión muscular.
En las técnicas está también la autohipnosis, cuyo objetivo es entrar en un estado relajado y de trance al escuchar cierta sugerencia o ver una señal específica
Por último, otros son los ejercicios de respiración profunda, que consisten en concentrarse en una respiración lenta, profunda y relajada.
Es importante que reconozcas cuando necesitas ayuda, ya que la terapia de conversación y / o medicamentos pueden tratar las enfermedades mentales. Si no sabes dónde obtener tratamiento, comienza por comunicarte con tu centro asistencial o EPS.
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