Uno de los balances más dolorosos del año es la cantidad de personas que fueron asesinadas en Colombia en razón a su compromiso con la vida, la paz y la defensa de las comunidades, algo que parece que para la sociedad se convirtió en rutina, pero que los territorios padecen con dolor, y en la mayoría de los casos estos hechos no son esclarecidos completamente.
Durante el 2021 hasta el 28 de diciembre, 48 firmantes del Acuerdo de Paz han sido asesinados, lo que equivale a que casi cada semana de este año en promedio acabaron con la vida de uno de ellos, y pese a las constantes peticiones para que el Estado garantice su integridad, parece que solo reciben la indiferencia.
En cuanto al asesinato de líderes sociales y defensores de Derechos Humanos el panorama no es distinto, pues desde el 1 de enero hasta el pasado 23 de diciembre de 2021, día del caso más reciente, en Colombia 168 personas han sido asesinadas en razón a su actividad social, y desde la firma del Acuerdo de Paz 1283 líderes y lideresas han perdido la vida a manos de criminales, a quienes seguramente no les conviene el trabajo que venían realizando en defensa de los territorios.
Acerca de las masacres cometidas este año, el más reciente caso del que se tiene registro ocurrió el 26 de diciembre en el municipio de Sacama, Casanare, donde fueron asesinadas tres personas de una misma familia, y aunque aún estos hechos son tema de investigación, en esta zona del país operan el frente 28, las Agc y el Eln.
Con este hecho, durante el 2021 (a tres días de culminar) se registran 93 masacres en diferentes zonas del país, en las que han muerto 329 personas, y sumado a los líderes y firmantes del Acuerdo de Paz asesinados, serían 545 vidas que se perdieron a manos de criminales, en una guerra en la que ya no ocurren las magnitudes de pasado, pero que sigue acabando vidas de manera indiscriminada.
Lo más indignante de esto es que una mayoría de los asesinatos y masacres cometidas en nuestro país se encuentran en la impunidad, ya que según el informe ‘Sistematicidad, estigmatización y precarios avances en materia de investigación, juzgamiento y sanción’, elaborado por varias organizaciones, entre estas Indepaz, “se identificó también malas prácticas de la Fiscalía, en la presentación de las cifras sobre la gestión de las investigaciones judiciales adelantadas por los homicidios de líderes y lideresas sociales, personas defensoras de derechos humanos y ex combatientes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil”, según relata el documento.
Con relación a años anteriores, el 2020 es recordado por tener la cifra más alta de líderes sociales asesinados, cuando se cobró la vida de 310 de ellos pese a que en esta vigencia se dio el confinamiento por la pandemia, seguido de 2018 cuando ocurrieron 298 asesinatos, 2019 con 279, 2021 con 168 hasta el momento, y anterior a estos 207 durante 2017 y en 2016, año de la firma del Acuerdo de Paz, se registraron 21 homicidios.
“Se identificó también malas prácticas de la Fiscalía, en la presentación de las cifras sobre la gestión de las investigaciones judiciales adelantadas por los homicidios de líderes y lideresas sociales, personas defensoras de derechos humanos y ex combatientes de las FARC-EP en proceso de reincorporación a la vida civil”.
Informe ‘Sistematicidad, estigmatización y precarios avances en materia de investigación, juzgamiento y sanción’